domingo, 11 de noviembre de 2012

Ese día que llovió

Es esa simpleza 
cuando reflejaste esa sonrisa
en mi cara
las calles mojadas
y la lluvia también sonreía 
los cigarros infinitos 
como el momento que duró 
el humo en mis pulmones 
con todas esas imágenes
cuando ya estaba en el paradero
todavía pensando
cuando te volvería a ver

Las madrugadas pasadas

Ya van un par de viernes sin dormir
también los sábados
ya pasó mas de un año
tal vez dos
tal vez menos
el tiempo se detiene en las madrugadas
entran las tinieblas al cuarto
por las rendijas de las ventanas
por debajo de la puerta
tentáculos de sombras
que te fuerzan a abrir los ojos entre sueños
que te dejan ver la penumbra en tu memoria
y los demonios dentro tuyo

Vendí mi alma para descubrir que no tengo una
para descubrir que yo soy otro demonio
que en este mundo hemos sido engañados
el juicio final ya pasó

No mires atrás
no mires
no vas a perdonar
no vas a olvidar
ahí estoy
esperando que se quemen
solo no quiero esas imágenes
no quiero ver
no quiero creer en mis sueños